lunes, 13 de abril de 2020

5ºB TUNO TARDE




Tarea 14/04  PLÁSTICA  


Profesor Diego Giménez



¿Hola genios cómo están?, ¿Cómo están viviendo esta cuarentena?, ¿están aburridos?, ¿inventaron juegos? Me encantarían que me cuenten, pero no en forma escrita sino dibujando….​ ​En la hoja numero 5 realicen una historieta donde den cuenta de alguna de las cosas que están haciendo en la cuarentena, pueden incluir diálogos y después como siempre decoren en trabajo. Por favor no se olviden de poner su nombre apellido y grado en la hoja, fuerte abrazo a cada uno y saludos a las familias.


Tarea 21/04  PLÁSTICA  


MARAVILLOSOS ALUMNOS COMO ESTAN, ESPERO QUE ESTAEN DE LA MEJOR MANREA. HOY LES ENVIO UNA NUEVA TAREA  LES CUENTO QUE EN  OTOÑO LAS HOJAS CAMBIAN DE COLOR Y COMIENZAN A CAERSE. APROVECHANDO ESTO ES QUE LA TAREA DE HOY ES JUNTAR HOJAS DE DIFERENTES TAMAÑOS Y COLORES PARA AL PEGARLAS INVENTAR UN TRABAJO, PUEDEN AGREGAR DIBUJO Y PINTAR ALGUNAS PARTES, LES MANDO SALUDOS.











Tarea 28/04  PLÁSTICA                                                                                                                                                           

¿COMO ESTAN????????????????????????????????????????????
ESPERO VERDADERAMENTE QUE ESTEN USTEDES Y SU FAMILIA MUY BIEN, YO LOS ESTOY EXTRAÑANDO PERO ENTIENDO QUE LA SALUD ES LO MAS IMPORTANTE Y LO CORRECTO ES QUE CADA UNO ESTE EN SU CASA…………………..
SEGURAMENTE SE ESTARAN PREGUNTANDO CUAL ES LA TAREA DE ESTA SEMANA, Y EN ESTE SENTIDO TODOS SABEMOS QUE EL CORONAVIRUS ES UN TEMA CENTRAL DE ESTE MOMENTO, PERO TAMBIEN EXISTE OTRO TEMA DE SALUD QUE NO PODEMOS DESCUIDAR Y QUE ES EL DENGUE…….  PLASTICA SE QUIERE SUMAR A LO QUE VIENEN TRABAJANDO CON LA SEÑO, POR ESO LA CONSIGNA ES:
REALIZAR CON ELEMENTOS QUE TENGAMOS EN CASA UNA REPRESENTACION DEL MOSQUITO DEL DENGUE, POSTERIORMENTE SACARLE UNA FOTO Y ENVIARLA.

LES ADJUNTO ALGUNOS EJEMPLOS. LES MANDO FUERTE ABRAZO  





Prácticas del lenguaje- Seño Rosario

Actividad 1
Lee la historia Eireté, la indiecita, adaptada por Yalí e Ilustrada por Ignacio Corbalán. Recordá que podes leerlo solo/a o también pedirle a algún integrante de tu hogar que te lo lea. De ser posible, comenta con ellos qué les pareció la historia.
Allí donde el río da una vuelta y los ceibos echan sus flores más rojas que el fuego, vivían, en su choza, nueve indiecitas hermanas. De las nueve indiecitas, ocho tenían nombre de flor, pero la última, la pequeñita, se llamaba Eireté, que quiere decir, en la lengua de los guaraníes, miel de abeja.
A la mañana, muy temprano, cuando el Sol despertaba a las campanillas silvestres, las indiecitas también se despertaban. Sí, se despertaban y se levantaban, todas, menos Eireté. Eireté dormía mientras sus hermanas molían el maíz en el mortero. Eireté bostezaba mientras sus hermanas cuidaban las plantas del sembrado, y mientras sus hermanas amasaban el barro y modelaban cacharros y jarras y marmitas, Eireté se decía: – ¿Dejo o no dejo la hamaca? Y no la dejaba. Continuaba tendida, bostezando..., boste...zzz... ando...
De las nueve indiecitas, ocho trabajaban, corrían y jugaban. Solo una, Eireté, tenía siempre pereza para todo: para vestirse, para peinarse, para ir con el cántaro a traer agua del río. Una mañana, las hermanas de Eireté, le dijeron:
–Levántate. Vas a ir con nosotras a buscar juncos y hierbas para hacer cestos. Levántate enseguida, Eireté.
Siguiendo el río, entraron en el bosque. Allí, las indiecitas comieron los frutos dulces del murucuyá, y miraron volar y volar a Mainumbí, el picaflor, vestido con su precioso traje de todos colores. Andando y andando pasaron bajo la rama donde Ayurú, el papagallo, se peinaba las plumas, y Ayurú les gritó los buenos días.
 Andando y andando pasaron junto a la palmera donde vivía Ca-í, el monito, y Ca-í las saludó con la mano. Por la orilla del río, por el medio del bosque, siempre en fila, caminaban y caminaban las nueve indiecitas, ocho indiecitas delante, y una, Eireté, bastante, pero bastante más atrás. Así llegaron adonde los juncos eran flexibles y las hierbas elásticas, y los cortaron y los ataron y los cargaron sobre sus cabezas.
Ya era mediodía cuando las indiecitas iniciaron el camino de vuelta, ocho hermanitas delante y Eireté cada vez más atrás, cada vez más atrás… Tan atrás se iba quedando Eireté que, llegado un momento, ya no vio a sus hermanas. Pero Eireté no se asustó, ni siquiera corrió para alcanzarlas. Se sentó en el suelo y se entretuvo, mientras bostezaba, mirando las plantas y los animalitos del bosque. Tan quieta se estaba, que Panambí, la mariposa, se posó sobre su pelo. Cururú, el sapo, se acercó –croac, croac– a contarle los dedos de los pies, y mamá Ca-í dejó que sus monitos jugaran en su derredor a la rueda-rueda. Así, el tiempo fue pasando. El Sol ya solo alumbraba las ramas altas de los árboles. Pronto, las sombras empezaron a jugar al escondite entre los árboles y llegó la noche. Y con la noche llegaron los aullidos de las fieras, los aletazos de los búhos, el chistar de las lechuzas y el miedo. Sí, entonces Eireté tuvo miedo, y abandonando su haz de juncos y de hierbas, se levantó y empezó a andar: perdida en el bosque, apenas iluminado por la luz de la Luna.
Eireté temía al jabalí, a Yaguareté, el tigre, y temía a la serpiente, que cuelga de los árboles. Pero Eireté no conocía el camino para volver a su choza, y andando al azar, mientras brillaban entre las ramas fosforescentes ojos desconocidos, mientras oía cuchicheos extraños... Así anduvo y anduvo la indiecita, hasta que tropezó con una choza perdida en el medio del bosque. Era la casa de una vieja india hechicera.
 – ¡Protégeme de las fieras! –rogó Eireté a la anciana. La hechicera la hizo entrar en la choza. Todo estaba oscuro. Solo un rayo de Luna, que entraba por la ventana, iluminaba un rincón.
–Eireté –le aseguró la vieja india–, quiero ayudarte. Pero solo tengo poder sobre las fieras durante el día. Si el jabalí o el tigre vienen a buscarte de noche, no los podré detener. Tampoco podré detener a la serpiente.
– ¡Protégeme, hechicera! –volvió a suplicar Eireté.
Eireté tenía la voz dulce. Tan dulce como su nombre -miel de abeja-, y la vieja india se dejó conmover.
 –Te esconderé de las fieras –le dijo–. Te convertiré durante toda esta noche en una arañita, para que no te encuentren. Y le dio a Eireté un ovillo de hilo fino.
–Teje, teje –le encareció–. Mientras tejas, serás una araña. Pero volverás a ser una indiecita tan pronto como dejes de tejer. Eireté comenzó a trabajar el hilo. Y su tejido fue una hermosa tela de araña, colgada en un rincón de la choza.
Una fina tela de araña iluminada por la Luna, que entraba por la ventana. Y así, durante horas y horas, tejió y tejió Eireté. Pasó el jabalí. Espió por la ventana, y solo vio una arañita ocupada en tender los hilos de su tejido. Y luego pasó Yaguareté, el tigre. Y más tarde la serpiente se descolgó de una rama y asomó la cabeza chata por la ventana.
Pero ni Yaguareté, ni la serpiente, ni el jabalí, sospecharon que en la choza se escondía una indiecita. Sí, Eireté trabajó una hora, dos horas, tres... Pero Eireté no estaba acostumbrada a trabajar. Y entonces se cansó y dejó de tejer.
Poco a poco la arañita fue convirtiéndose en una niña, y el rayo de Luna alumbró en el rincón a Eireté, junto a la fina tela de araña. Entonces el jabalí, que regresaba de beber en el río, volvió a asomarse por la ventana de la choza.
 – ¿Qué tienes ahí, hechicera? –gruñó–. ¡Esa niña es mía!
 Y clavó los colmillos en la puerta y la sacudió, para abrirla y entrar. Eireté, asustada, empezó a tejer y a tejer otra vez...
 Y cuando el jabalí pudo abrir la puerta y entró, solo vio una arañita tejedora sobre la tela. Y se fue. Eireté tenía sueño, mucho sueño, y el trabajo la cansaba mucho. Entonces abandonó la telaraña y descansó. Y cuando dejó de tejer, otra vez volvió a ser una indiecita.
Yaguareté, el tigre, regresaba de cazar, enojado porque se le habían escapado casi todas las presas. Yaguareté, el tigre, al pasar, quiso mirar de nuevo por la ventana de la choza de la hechicera. Y entonces vio a Eireté, casi dormida, al lado de la telaraña.
– ¿Qué tienes allí, hechicera? –rugió Yaguareté.
Y lanzó su cuerpo con fuerza contra la puerta.
Eireté se despertó y comenzó a tejer. Y cuando el tigre entró, solo vio una arañita hacendosa. Y como antes el jabalí, también Yaguareté se fue.
 Ya no faltaba mucho para que saliera el Sol. Eireté tejía y tejía cada vez más fatigada, cada vez más soñolienta. Al fin, tejiendo y tejiendo se durmió.
Y entonces la serpiente se asomó por la ventana. ¡Y no vio una arañita, no! Vio una indiecita dormida. Y pasó la cabeza, y empezó a pasar el cuerpo… Y estaba casi dentro ya, cuando Eireté se despertó. La indiecita, recogiendo el extremo de su hilo, tejió y tejió. Y cuando la serpiente metió todos sus anillos en la choza de la hechicera, Eireté era otra vez una arañita escondida entre las pajas del techo. Entretanto había salido el Sol. Y la vieja india había recuperado su poder sobre todos los animales del monte. Así que, tomando a Eireté de la mano, pudo llevarla sin peligro hasta la choza de sus hermanas, en el recodo del río, donde florecen los ceibos. Eireté nunca volvió en adelante a convertirse en arañita, aunque siguió tejiendo y tejiendo de la mañana a la noche, un día y otro día. Y enseñó a tejer a sus hermanas ese hermoso tejido, hasta entonces desconocido, que parece formado por muchas telas de arañas. Ese tejido que se llama ñandutí.
1.        Anotá en tu carpeta las respuestas.
Volvé a leer el inicio de la leyenda: Allí donde el río da una vuelta y los ceibos echan sus flores más rojas que el fuego, vivían, en su choza, nueve indiecitas hermanas. De las nueve indiecitas, ocho tenían nombre de flor, pero la última, la pequeñita, se llamaba Eireté, que quiere decir, en la lengua de los guaraníes, miel de abeja…
a.       ¿Qué te imaginas cuando dice “Allí donde el río da una vuelta y los ceibos echan sus flores más rojas que el fuego”?
2.        Volvé a leer este fragmento: (…) Así llegaron adonde los juncos eran flexibles y las hierbas elásticas, y los cortaron y los ataron y los cargaron sobre sus cabezas (…)
a.       ¿Cómo imaginas las “hierbas elásticas”?
3.         En varias partes de esta historia se describe cómo es el lugar donde vivía Eireté. Releé y señalá todos los fragmentos donde se describe el lugar.
Actividad 2
1.       Esta es una fotografía de la selva, el lugar donde sucede la historia de Eireté, la indiecita. ¿Cómo describirías esta imagen para que quede tan bonito como se narra en esta historia? No te olvides de releer todo lo que marcaste en el texto.

___Link de la imagen___https://concepto.de/selva/_________

2.     2.   Eireté tiene hermanas… Las hermanas de Eireté tienen nombres de flor. ¿Te animás a ponerles nombres a cada una? Acordate que esta es una historia guaraní y podés usar nombres de flores en ese idioma. Por ejemplo, Rosa se dice Pytangy.
 Podés buscar otros ejemplos en el siguiente enlace: www.iguarani.com/?p=traductor
Actividad 3
Seguimos trabajando con la leyenda.
1.       Cuando Eireté se pierde de sus hermanas aparecen otros personajes: el yaguareté, la serpiente y el jabalí. ¿Por qué las fieras no pueden ver a Eireté?
2.       ¿Por qué creés que la hechicera convirtió a Eireté en una araña?
3.       Esta historia cuenta el origen de un hermoso tejido que se llama Nandutí.
El Ñandutí es una palabra guaraní que significa “blanco de araña”. Es un encaje de agujas al que se le dio ese nombre en el Paraguay. Su nombre proviene del ñandú, arácnido que fabrica con trabajo y paciencia la tela de araña, una tela semejante al diseño del encaje. Es una de las telas más valiosas en el mercado artesanal de Paraguay. En la actualidad, esta tela se expone en las principales exposiciones y ferias de productos artesanales, y es muy apreciada por los y las turistas extranjeros/as.
1.        Si la hechicera hubiese convertido a la niña en un mono o en un colibrí, ¿se contaría la misma historia?

Actividad 4

1.       Lee “El cuento de la noche” Leyenda de Brasil Adaptado por: Beatriz Ferro Ilustrado por: Amalia Cernadas  también forma parte de Historias de América. Edición Homenaje Cuentos de Polidoro.  Podés leerlo solo/a o pedirle a algún integrante de tu hogar que te lo lea. De ser así, mientras escuchás, intenta seguir el texto con la vista.
Esto sucedió al principio, cuando el mundo era nuevo y lustroso como una manzana. Por ese entonces, la tierra estaba lisita y todo brillaba a la luz del sol. Todo brillaba las veinticuatro horas del día porque no existía la noche: ¡solamente el sol y el cielo celeste! Los hombres no habían visto nunca el cielo negro, ni las estrellas ni la luna; ni siquiera habían visto un atardecer. Tampoco sabían lo que es una lechuza, ni un zorrito cazador que sale de noche, porque no había animales nocturnos. Y tampoco sabían lo que es un gallo que canta a la mañana ni un perro que ladra a toda hora, porque los animales del día tampoco existían: no había un solo animal en la tierra. Cuando el mundo era nuevo, había un dios llamado Gran Serpiente. Vivía en la selva, en un palacio que tenía tres habitaciones muy grandes; en una vivía Gran Serpiente, en otra su hija que se llamaba Hija de Gran Serpiente y la tercera estaba enteramente ocupada por los tesoros del dios. Un día, Hija de Gran Serpiente se enamoró de un hombre que vivía del otro lado del Gran Río, en la tierra de los hombres. Hija de Gran Serpiente se casó con él y se fue a vivir a la choza de su marido. Fue muy feliz del otro lado del Gran Río. Su marido no tenía un palacio, pero sí tres servidores que se ocupaban de todo. Fue feliz hasta que, un día, se puso triste y empezó a mirar el cielo con impaciencia. – ¿Por qué miras así, como si esperaras algo que no llega? –le preguntó el marido. –Porque espero algo que no llega –contestó Hija de Gran Serpiente. – ¿Y qué es? – Es la noche –dijo Hija de Gran Serpiente–. ¡Ya casi me olvidé cómo es la luna! – ¿Qué noche? ¿Qué luna? –preguntó el marido–. Esas deben ser cosas de dioses. Nosotros los de este lado del Gran Río, no sabemos qué es la noche. Entonces Hija de Gran Serpiente quiso explicarle cómo era: –Es una sombra más negra que tu sombra, una oscuridad más oscura que el fondo de un pozo. – ¡Entonces es muy fea! –dijo el marido.
– ¡No, es lindísima! Cuando llega la noche aparecen las estrellas brillantes y las ranitas cantoras. – ¿Qué estrellas? ¿Qué ranitas? –preguntó el marido. Hija de Gran Serpiente le contó cómo eran las estrellas y las ranas y continuó: –La noche es una maravilla tan grande que mi padre, Gran Serpiente, la guarda entre sus tesoros, dentro de una caja de nuez de coco. – ¡Entonces es un lujo! –exclamó el marido. –Sí, es un lujo –dijo Hija de Gran Serpiente–. A veces, los días de fiesta, mi padre abría la caja de nuez de coco y la dejaba escapar muy despacio. Entonces empezaba la función: primero venía el atardecer, después la noche y después aparecía el lucero del alba que traía el amanecer. ¡Cómo nos divertíamos! –Si es tan divertido, hay que pedírsela –dijo el marido. Hija de Gran Serpiente estuvo de acuerdo con él. Entonces llamaron a los tres servidores y los enviaron a la otra orilla del río, a pedirle la caja de nuez de coco a Gran Serpiente. Los servidores partieron enseguida. Cruzaron el Gran Río en canoa, llegaron al palacio de la selva y le explicaron al dios que iban de parte de su hija a pedir que les prestara la noche. Gran Serpiente entró en el cuarto de los tesoros y al rato apareció con una cajita marrón. –La noche está aquí dentro –dijo. Y les recomendó–: Llévenla con cuidado; recuerden que solamente mi hija debe abrir esta caja. Si ustedes dejan escapar la noche, todo estará perdido. Los tres servidores prometieron obedecer, tomaron la cajita, hicieron grandes reverencias y volvieron a la canoa. Regresaban por el Gran Río, cuando, de pronto, oyeron unos ruidos misteriosos: “¡Cri-cri-cri!” “¡Chist-chist-chist!”. – ¿Escucharon? –Dijo uno de los hombres–. ¿Qué será eso? El compañero tomó la nuez de coco, la acercó a su oreja y, después de escuchar con atención, exclamó: –¡Los ruidos salen de aquí, estoy seguro! –¡Quién sabe qué habrá ahí dentro... es mejor no averiguarlo! –opinó otro de los servidores, un hombre muy prudente. Y siguieron navegando por el río. Pero los ruidos continuaban, cada vez más fuertes: “¡Cri-cri-cri!” “¡Chist-chist-chist!”. Los tres servidores se miraron entre sí, muy intrigados. Uno de ellos tomó la caja y la sacudió, a ver si de esa manera dejaba de hacer ruido. “¡Cri-cri-cri!” “¡Chist-chist-chist!”. Los sonidos misteriosos no pararon. El otro la revisó por todos lados, tratando de encontrar un agujerito para espiar adentro. Pero estaba cerrada como un coco. Es claro que nosotros, que todas las noches vemos la noche y conocemos sus ruidos, sabemos que el “¡cri-cri-cri!” y el “¡chist-chist-chist!” no eran ningún misterio; eran el canto del grillo y el chistido de la lechuza encerrados en la caja. Pero aquellos hombres ni siquiera sabían que existían esos animalitos. Y se morían de ganas por descubrir el secreto del coco. Ya no pensaban en otra cosa: “¡Cri-cri-cri!”, “CRI-CRICRI”“¡Chist-chist-chist!” “¡CHIST-CHIST-CHIST!”

–Yo no aguanto más –dijo por fin uno de los hombres–. Abrámosla de una vez. –Buena idea –dijo otro–. ¡Ahora mismo! –Recuerden lo que dijo Gran Serpiente –exclamó el más prudente de los tres–. ¡Si la abrimos todo estará perdido! Pero ganaron los curiosos. Los hombres desembarcaron, prendieron fuego y, con el calor, derritieron la resina que cerraba la nuez, y la abrieron. Entonces ocurrió una cosa extraordinaria: de adentro salió una sombra larga y fina que subió y subió hasta el cielo en tirabuzón. A medida que subía y subía, la cinta de sombra se hacía cada vez más ancha y se extendía como una capa negra sobre el río, sobre la selva, sobre las montañas, sobre el campo, sobre la playa, sobre el mar; era la noche que se desparramaba por el mundo y cubría la mitad de la tierra. – ¡La noche se tragó al día! –gritaron los tres servidores, muy asustados–. ¡Gran Serpiente se dará cuenta de que desobedecimos! ¡Y no pudieron decir mucho más porque, de repente, se convirtieron en monos! En monitos marrones, color nube de coco, con caritas negras como la noche que habían dejado escapar. Eso ocurrió en un segundo y, al mismo tiempo, sucedieron otras cosas increíbles: muchos objetos, y también algunos hombres, se transformaron en animales. Y así aparecieron los primeros animales sobre la tierra. El pescador que iba en su canoa se convirtió en un pato: la canoa formó el cuerpo, los remos las patitas, y el pescador formó el cuello y la cabeza del pato. Las brasas del fuego se transformaron en un jaguar y una piedra se convirtió en coatí. Hija de Gran Serpiente y su marido enseguida se dieron cuenta de que los tres servidores habían dejado escapar la oscuridad de golpe, de que la noche andaba suelta, mezclándose con el día, transformando hombres y cosas en animales, asustando a la gente, haciendo locuras. – ¡Ya no hay orden, todo está mezclado! ¡Todo está perdido! – gritó el marido–. ¿Cómo se arregla esto, Hija de Gran Serpiente? – ¡Ay ay ay! –se lamentó Hija de Gran Serpiente–. Arreglar el mundo es muy difícil, ¡yo solo sé arreglar nuestra casa cuando está desordenada! Entonces el marido le dio ánimos, le pidió que pensara y, al fin, Hija de Gran Serpiente, que sabía muchas cosas por ser la hija del dios Gran Serpiente, dijo que intentaría hacer algo. Fue a buscar una madeja de hilo marrón, lo enrolló en un ovillo y lo espolvoreó con ceniza. Después, le dijo al ovillo: –¡Tú serás el nhambú! Y el ovillo se convirtió en nhambú, una avecita parecida a la perdiz. –¡Nhambú, nhambú, nhambú! –dijo tres veces Hija de Gran Serpiente–. Que empiece el orden: tú silbarás de noche y andarás con todos los pájaros de la noche.
El nhambú le hizo caso y empezó a silbar, porque le correspondía silbar a esa hora. Después, Hija de Gran Serpiente esperó. Cuando el lucero del alba apareció en el cielo, fue a buscar hilos de colores; hilos rojos, verdes, negros, azules y amarillos. Después, los enrolló en ovillo y le dijo al ovillo: –¡Tú serás el cujubín! Y los hilos se convirtieron en el cujubín, que es una especie de gallito. – ¡Cujubín, cujubín, cujubín! –dijo tres veces Hija de Gran Serpiente–. Ya empezó el orden: tú cantarás cuando aparezca el lucero del alba. Cantarás muchas veces para espantar la noche, para que salga el sol. El gallo miró al cielo y vio que había aparecido el lucero. Entonces aleteó muchas veces y cantó con todas sus fuerzas hasta que, por fin, aparecieron los primeros rayos del sol. ¡Ya no había peligro! ¡Viva Hija de Gran Serpiente, que ordenó el mundo como si fuera una casa! El marido la abrazó y los dos bailaron de alegría. Desde aquella vez, en este lado del Gran Río y en todo el mundo hubo noches y días, y animales del día y de la noche, y flores que de noche cierran sus pétalos y “damas de la noche” que los abren y personas que dicen “¡Buenas noches!”. Hija de Gran Serpiente le mostró a su marido la luna y las estrellas; le enseñó las Tres Marías, las Siete Cabritas del cielo y ese camino de estrellas que se llama Vía Láctea. Dicen que, al principio, todos los habitantes de la tierra dormían de día y se despertaban a la tarde para ver el atardecer, la noche y la madrugada. Y cuando aparecía el sol aplaudían como si hubiesen visto una gran función. Pero después se acostumbraron, como nosotros.
1.       Buscá en la historia la parte donde dice que solo Hija de Gran Serpiente debía abrir la caja de la noche. ¿Por qué te parece que sólo ella debía abrirla?
2.       En esa parte del texto habla sobre qué hizo Hija de Gran Serpiente para ordenar el día y la noche.
“– ¡Nhambú, nhambú, nhambú! –Dijo tres veces Hija de Gran Serpiente–. Que empiece el orden: tú silbarás de noche y andarás con todos los pájaros de la noche. El nhambú le hizo caso y empezó a silbar, porque le correspondía silbar a esa hora. Después, Hija de Gran Serpiente esperó. Cuando el lucero del alba apareció en el cielo, fue a buscar hilos de colores; hilos rojos, verdes, negros, azules y amarillos. Después, los enrolló en ovillo y le dijo al ovillo: – ¡Tú serás el cujubín! Y los hilos se convirtieron en el cujubín, que es una especie de gallito.
3.       Realiza una ilustración sobre la historia.

Sociales Seño Rosario



Actividad 1
La Cordillera de los Andes es una de las formaciones montañosas más representativas del relieve americano y también del relieve argentino. En algunas provincias ocupa la mayoría de la superficie y en otras no está; pero influye en la cantidad de lluvias y vientos de todas, y también en la posibilidad de extraer minerales de todo tipo, desde oro hasta cal.
¿Dónde quedan estos lugares?
Cuando queremos explicar cómo ir hacia un lugar usamos diferentes formas, por ejemplo, decimos: “andá derecho por esta calle” o “doblá a la izquierda, tomá por esa calle y bajá hasta la avenida”. Si no estamos en la ciudad, también se dice: “derecho hasta los árboles”, “llegás al camino de tierra y seguís un poco más”. Pero otra forma de indicar cómo llegar a un lugar es señalar hacia qué lado hay que ir, indicando un punto cardinal. Los puntos cardinales son el Sur, el Norte, el Este y el Oeste, y permiten orientarnos. Por ejemplo, la ciudad de Rosario está al Sur de las Yungas y al Este de la Cordillera.
Utilizando el mapa ¿podrían indicar dos ciudades que estén al Norte de Rosario? ¿Un país que esté al Este de la Argentina? ¿Una provincia al Sur de Río Negro?
Para saber a dónde ir ¿Pueden ubicar los puntos cardinales ustedes solos? Seguro que sí, y además es fácil. Para saber dónde están los puntos cardinales realicen los siguientes pasos:
1. Por la mañana de un día de sol extiendan los brazos como un espantapájaros. 2. Apunten su brazo derecho extendido hacia el sol. 3. La punta de ese brazo señala el Este; la nariz apunta al Norte; el otro brazo, el Oeste y a su espalda está el Sur. Haciendo este ejercicio, ¿pueden nombrar si hay edificios que están al Norte de la escuela? ¿Y al Sur? Si no hay edificios, ¿pueden señalar hacia qué punto cardinal está el grupo de árboles más grande? ¿Y el río más cercano?
Actividad 2

Conociendo las Yungas-Bienvenidos a la selva
Francisco, Cecilia y María sacaron pasajes en micro desde Venado Tuerto hasta la ciudad de Salta. Viajaron toda la noche y parte del día. Luego de varias horas llegaron a su destino. Allí esperaron largo rato, hasta que salió el colectivo hacia Orán, pequeña localidad desde la que viajarían a la Selva. Mientras esperaban, fueron a la oficina de turismo. Allí les dieron folletos y mapas con mucha información que utilizaron durante todo el viaje. Les explicaron que como las lluvias mantienen los caminos de tierra húmedos, es difícil recorrerlos en autos comunes; por eso, las excursiones de Orán a la selva se realizan en vehículos especiales.
Para trabajar con los mapas En el mapa rutero realicen con el dedo el recorrido desde Venado Tuerto hasta Salta, y de allí hasta Orán. ¿Qué rutas utilizaron? ¿Cómo obtuvieron la información para contestar? ¿Por qué provincias pasaron?
Actividad 3
¿Qué encontrarán en la selva?
La cantidad de plantas y árboles es tan grande que en los días despejados los rayos de sol casi no llegan al suelo. Hay árboles muy altos, como el palo blanco y el laurel, que mide más de treinta metros de alto, casi como un edificio de diez pisos. También hay plantas de todo tipo. Cerca del suelo hay plantas más pequeñas, hongos y líquenes. Son tantas las plantas que hay que, cuando llueve, el suelo tarda días en secarse por la falta de sol. Como el suelo es muy rico, por la cantidad de nutrientes que tiene, es muy apreciado por las personas interesadas en realizar cultivos.
Para tener en cuenta. La palabra yungas, en idioma quechua, se utiliza para dar nombre a los valles cálidos. Las temperaturas cálidas, además de las lluvias, son importantes para que crezcan las plantas.

Para ubicar los lugares, conocer algunas características y encontrar el camino entre un lugar y otro se utilizan mapas. En la parte coloreada de este mapa se encuentra la zona que ocupa la selva, noten que es sólo una parte de la provincia. También ocupa partes de otras provincias. Este es un mapa temático porque presenta información específica, en este caso la ubicación de las Yungas.

1.       Observen el mapa y anoten en sus carpetas: ¿en qué provincias se encuentran las Yungas además de Salta?

   Actividad 4

Este mapa físico también es temático; permite conocer cómo es la altura del terreno en los diferentes lugares de la Argentina. Los distintos colores señalan la altura de cada zona: el verde, las zonas bajas o llanas; el amarillo, las montañas intermedias; y el marrón, las altas. Así pueden notar que, en la provincia de Buenos Aires, en la zona de Tandil, hay montañas, y en los alrededores de Rosario y de Corrientes, llanuras.
1.       Para trabajar con los mapas ¿Pueden saber cómo es el relieve en la zona de la selva? ¿Cómo obtuvieron esa información? 

Actividad 1               Prácticas del lenguaje 27 al 8 de mayo
Como saben, y vienen aprendiendo en años anteriores de la escuela, la poesía es una de las formas textuales en que expresamos sensaciones, sentimientos, opiniones. Existe, posiblemente, desde el origen de la humanidad. Se trata de una forma asociada al canto que se ha utilizado en distintos momentos de la historia y en diferentes lugares. La poesía no está presente solamente en los libros de las bibliotecas y de las escuelas. Hay muchas formas de expresión que son parte de nuestra vida cotidiana y que presentan las características de la llamada “poesía”: dichos, canciones, versos que nuestros padres y nuestros abuelos aprendieron de memoria y nos las recitaron desde chicas y chicos. Hoy vamos a aprender sobre las coplas: pequeños poemas de cuatro versos y que generalmente no tienen un autor definido, ya que se fueron transmitiendo oralmente en distintos lugares y en diferentes épocas. Así, llegan a nosotros justamente porque otras y otros (hermanas y hermanos, padres, madres, abuelas, abuelos, conocidos o conocidas) las recitan. También sucedió, como muchas veces ocurre con la poesía popular, que algunos escritores comenzaron a reescribirlas e inventar propias. 
     1. Ahora les pedimos que lean las siguientes coplas. 
        En la puerta de mi casa                                 
          tengo una planta de jarilla, 
           si quiere bailar conmigo
            lávese las zapatillas.
           En la orilla de la mar
           suspiraba una ballena,
            y en el suspiro decía:
            mate sin pan no llena.
    2. Retomando todo aquello que ya saben sobre la poesía, les proponemos que: a) Pregunten a sus familiares, amigas y amigos si conocen alguna. Elijan una y escríbanla en una hoja según cómo se las dijeron. b) Subrayen con un mismo color, las palabras que riman al final de cada verso. c) Separen en sílabas las palabras que subrayaron. Si no se acuerdan cómo hacerlo, pidan ayuda. Ahora respondan: • ¿Cuál es la sílaba acentuada en cada palabra? Háganle un círculo a la sílaba fuerte. ¿Se acuerdan? Son las que suenan más. • ¿Se trata de palabras agudas, graves o esdrújulas? 



      Por las dudas, repasemos las clases de palabras según su acentuación. El acento es el sonido que se marca fuerte en ciertas sílabas de cada palabra, más allá de que lleven tilde (acento escrito) o no, según las reglas ortográficas. De esta manera, tenemos: PALABRAS AGUDAS: son las palabras que reciben el acento en la última sílaba, como cantar, colibrí. PALABRAS GRAVES: son las palabras que reciben el acento en la penúltima sílaba, como cacerola, árbol. PALABRAS ESDRÚJULAS: son las palabras que reciben el acento en la antepenúltima sílaba, como helicóptero.

3. Para continuar, les proponemos retomar un tema de Ciencias Sociales aprendido en el cuaderno anterior: el carnaval. Les presentamos dos coplas que comienzan a contar algo de esa celebración, pero tienen un problema: les faltan los dos últimos versos. Complétenlas explicando lo que sepan o les guste del carnaval (pueden incluir algo de lo que relataron en la actividad de Ciencias Sociales que hicieron la semana pasada). ¡No se olviden de utilizar palabras que rimen con las que ya están en los versos! Atención: “carnaval” ¿es una palabra aguda, grave o esdrújula? Si van a armar la rima con carnaval, tienen que pensar palabras que tengan la misma acentuación.
En el pueblo donde vivo                                           En febrero es carnaval
se festeja siempre el carnaval                                  miren lo que voy a contarles

Actividad 2
Ahora vamos a aprender algo sobre otro tipo de juegos con las palabras: los colmos. Los colmos son una clase de chistes que empiezan con una pregunta que refiere al punto máximo o exagerado de algo o alguien (“¿Cuál es el colmo de…?”) para luego presentar alguna característica típica de esa persona u objeto al que se hace referencia. Seguramente conocen muchos, pero acá les proponemos que lean estos:
 ¿Cuál es el colmo de un pelado?
Salvarse por un pelito.
¿Cuál es el colmo de un electricista?
 Que su esposa se llame Luz y sus hijos le sigan la corriente
Les pedimos ahora que inventen sus propios colmos a partir de alguna característica típica de los personajes que les proponemos a continuación. Para eso, piensen en qué palabras o elementos pueden retomar de ellos y así armar el colmo. Una pista que puede servirles: el doctor trabaja con remedios, que es una palabra que se refiere a las medicinas, pero también Remedios es un nombre de mujer. Otra: las tejedoras trabajan con hilos, ¿es una palabra que también se usa para expresar otras cosas además del material de un pullover? Recuerden respetar la forma que tienen los colmos y que vimos más arriba.
- El colmo de un doctor. - El colmo de una tejedora. 
Ayer también revisamos las clases de palabras según su acentuación. Es importante diferenciar acento de tilde. Todas las palabras tienen un acento en la sílaba que percibimos como fuerte. En cambio, no todas las palabras llevan tilde, porque eso va a depender de las reglas de tildación:
• PALABRAS AGUDAS: llevan tilde cuando terminan en N, S o VOCAL.
 • PALABRAS GRAVES: llevan tilde cuando no terminan en N, S o VOCAL.
 • PALABRAS ESDRÚJULAS: siempre llevan tilde
Teniendo en cuenta estas reglas, completen las siguientes frases: 
“Doctor” es una palabra ____________ y no lleva tilde porque _________________. 
-“Acentuación” es una palabra __________ y lleva tilde porque __________________. 
-“Tejedora” es una palabra ______________ y no lleva tilde porque ______________. 
-“Esdrújula” es una palabra _____________ y lleva tilde porque _________________.
Entonces, ¿cuál es el colmo de la palabra “esdrújula”? 
El colmo de la palabra “esdrújula” es_____________

Actividad 3
Los días anteriores trabajamos con coplas y colmos para repasar algunas características de las poesías que ustedes ya aprendieron en la escuela durante los años anteriores. Hoy vamos a conocer uno de los tipos de poemas más comunes de la lengua española o castellana: los romances. Los romances están compuestos por una serie de versos, generalmente de ocho sílabas, con rima asonante (coincidente) en los versos pares. Al igual que las coplas, muchos de los romances son anónimos, como el que les presentamos a continuación y les pedimos que lean. Se llama “Romance del enamorado y la muerte” y desde el siglo XVI es conocido en España. Seguramente, aparecen algunas palabras que les parecerán raras o algunos verbos conjugados de formas que nos son extrañas: tengan en cuenta que este romance es de hace quinientos años. Esto ocurre porque las palabras de una lengua van cambiando a lo largo del tiempo, sobre todo si hablamos de siglos, de cientos de años.
 Un sueño soñaba anoche, 
soñito del alma mía, soñaba con mis amores, 
que en mis brazos los tenía. 
Vi entrar señora muy blanca, 
muy más que la nieve fría. 
”¿Por dónde has entrado, amor? 
¿Cómo has entrado, mi vida? 
Las puertas están cerradas, 
ventanas y celosías”. 
”No soy el amor, amante;
 soy la muerte, Dios me envía”. ”
Ay, Muerte tan rigurosa, 
déjame vivir un día”
”Un día no puede ser: 
una hora tienes de vida”. 
Muy deprisa se calzaba, 
más deprisa se vestía. 
Ya se va para la calle en donde su amor vivía. 
”Ábreme la puerta, blanca, 
ábreme la puerta, niña”. 
”¿Cómo te podré yo abrir 
si la ocasión no es venida? 
Mi padre no fue a palacio, 
mi madre no está dormida”. 
”Si no me abres esta noche, 
ya no me abrirás, querida. 
La Muerte me anda buscando,
 junto a ti vida sería”. 
”Vete bajo mi ventana 
donde labraba y cosía. 
Te echaré cordón de seda 
para que subas arriba, 
y si el hilo no alcanzare
 mis trenzas añadiría”. 
Se rompió el cordón de seda,
 la Muerte que ahí venía: 
”Vamos, el enamorado, 
que la hora ya es cumplida”
2. A través de esta organización en versos, que reconocemos de la poesía, el romance cuenta una historia que comienza con la aparición misteriosa que analizamos en la primera pregunta: ¿qué sucede luego? ¿Qué pasa con los personajes? ¿Cómo termina la historia? Cuéntenlo brevemente en forma de relato. 
3. Como sucede con muchos de los distintos tipos de poesías, este romance incluye palabras que riman. Copien en sus hojas, organizadas en grupos separados (por ejemplo, en filas o hileras), todas las palabras que rimen entre sí.

Actividad 4
En estos días aprendimos que las coplas, los romances y hasta los colmos se escriben de manera especial con el fin de expresar sensaciones, contar una historia o simplemente para jugar a través del humor. Hoy vamos a hablar de una forma muy particular de contar historias: se trata de las historietas. Este tipo de relato narra de un modo distinto: no solo cuenta historias con palabras, sino, además, con dibujos. Hace más de cien años que las historietas son leídas en todo el mundo por niñas y niños, jóvenes y adultos. Existen las muy conocidas de superhéroes como Batman y Superman. En la Argentina, uno de nuestros clásicos de la historieta es Mafalda. Tal vez, ustedes tengan algún personaje de historieta preferido. Como creemos que sí, o que les puede interesar, les proponemos hacer sus propias historietas. Para eso, debemos escribir y dibujar. Pero, ¿qué historia vamos a contar? 1. Les pedimos que vuelvan a leer atentamente el “Romance del enamorado y la muerte” que formó parte de las actividades de ayer. También pueden releer la historia en forma de relato que les pedimos que escribieran a partir de lo que se cuenta en el poema. Y una vez que hayan repasado todos esos aspectos de la historia… ¡a transformarla en una historieta! Recuerden cuáles son los elementos que tiene que tener este tipo de historia: viñetas, que son los recuadros donde está el dibujo de cada escena y deben aparecer en el orden en que van sucediendo las acciones; globos de diálogo, donde aparece lo que dice cada personaje (presten atención: en el romance hay varias conversaciones entre los personajes) y, si es necesario, onomatopeyas, que representen los sonidos que aparecen en la historia. Algunas onomatopeyas muy usadas en las historietas son, ¡PUM!, ¡PAF!, ¡BANG! o ¡SPLASH!
El Fascinante Mundo de la Historieta de Banda Dibujada: Capítulo 3 ...


SOCIALES

Actividad 1

La población urbana y la población rural en la Argentina A lo largo de estas semanas vamos a aprender sobre la población de nuestro país y los diferentes lugares en donde vive, especialmente vamos a aprender sobre las ciudades (también las llamamos centros urbanos). 1. Observen y lean las siguientes fuentes de información. Primero miren la siguiente tabla y busquen dónde aparece la cantidad de personas que viven en espacios rurales y urbanos. Marquen con color celeste la población urbana y con naranja la población rural.
Población urbana y rural del país
POBLACIÓN             
TOTAL 40.117.096                                       100%
POBLACIÓN URBANA 36.517.332              91%
POBLACIÓN RURAL 3.599.764                    9%
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Censo Nacional 2010
2. Registren en sus carpetas: a) ¿Cuántas personas viven en total en la Argentina según el último censo? b) ¿Y en las ciudades? c) Comparen la cantidad de gente que vive en los espacios urbanos y en los espacios rurales. ¿Cómo es esa diferencia? ¿Grande o pequeña?
3. ¿Cómo se llama el lugar en donde ustedes viven? Averigüen cuántos habitantes tiene y anoten ese número.

Actividad 2
Los espacios urbanos y rurales. Paisajes diferentes Hoy vamos a retomar lo que hicimos ayer sobre los espacios urbanos y rurales, ¿se acuerdan?
En nuestro país, se definen como ciudades a las concentraciones de población que reúnen más de 2.000 habitantes en un espacio con construcciones más o menos continuas. Se llama población urbana al conjunto de personas que viven en las ciudades y pueblos. Quienes viven en casas aisladas o en aglomeraciones de menos de 2.000 habitantes forman la población rural. (Adaptación del documento “Las ciudades en Argentina como centros de servicio”, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2007).
1. Observen las siguientes fotos de espacios urbanos y rurales: 2. Ahora, en sus carpetas, describan cómo es cada uno de estos lugares. ¿Qué observan de diferente? ¿Y de parecido? 3. Según lo que averiguaron ayer sobre la cantidad de habitantes que hay en el lugar donde ustedes viven, ¿es un espacio urbano o rural? ¿Por qué?
Feria del Libro de Buenos Aires se posterga por brote de ...Paisajes del Mundo: Paisaje Rural

Actividad 3

Desde un satélite: zonas rurales y zonas urbanas en la Argentina Hoy vamos a seguir trabajando con los espacios urbanos y rurales. Esta vez, vamos a pensar en cómo se ven desde un satélite. Las imágenes satelitales nos permiten conocer más sobre los diferentes lugares de la Argentina. En el mapa que se reproduce en la página, van a ver muchas manchas oscuras: son las zonas rurales, donde vive la menor cantidad de gente. También van a notar que hay zonas iluminadas, donde hay grandes ciudades, como Córdoba, Rosario y Buenos Aires. En los lugares donde vive más gente se usa más luz de noche, porque hay más casas y edificios, industrias, más calles, caminos y autopistas. Por eso, desde un satélite, la Argentina se ve así.
 1. Observen detenidamente el mapa.
 2. Ahora, con la ayuda de otro mapa político de la Argentina o de alguna persona adulta, señalen los nombres de las ciudades más grandes de nuestro país y los de las provincias más pobladas.
3. Si tienen acceso a Internet, busquen una imagen satelital del lugar en el que viven. ¿Vieron algo que no conocían? Registren sus respuestas en sus carpetas o cuadernos.
LA POBLACIÓN URBANA Y LA RURAL EN LA ARGENTINA - Ciencias Sociales ...
Este mapa fue elaborado a partir de muchas imágenes tomadas de noche por un satélite que gira alrededor de la Tierra a la altura de nuestro país.


Actividad 4
Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos
Convivir con otras y otros
El 24 de abril es el Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos. Se recuerda el genocidio sufrido por el pueblo armenio en 1915, hace poco más de cien años, cuando fueron perseguidos con el fin de exterminarlos. Muchos integrantes de este pueblo vinieron a refugiarse a la Argentina, que les abrió sus puertas para protegerlos. En nuestro país, viven en el presente muchas nietas y nietos de aquellos refugiados.

1. Como saben y estuvieron estudiando la semana pasada, la vida en sociedad no es sencilla. A veces hay personas que quieren imponer sus ideas a otras y tenemos que buscar la manera de ponernos de acuerdo para convivir. Para ello, la tolerancia y el respeto por las diferencias es fundamental para vivir en democracia y en una sociedad cada vez más justa. Para seguir pensando, conversen sobre este tema con alguna persona adulta que conozcan (pueden llamar por teléfono a alguien de la familia que no viva con ustedes). Luego, respondan: ¿Qué es la tolerancia? ¿Y el respeto? A continuación, piensen ejemplos: ¿Cuándo alguien es tolerante? ¿E intolerante?

 2. Busquen una foto de sus abuelas, abuelos o bisabuelos. Averigüen si han atravesado alguna situación de injusticia o intolerancia. No se olviden de registrar en sus carpetas o cuadernos lo que averiguaron para poder compartirlo en el aula cuando vuelvan a la escuela.


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